looking for something pure

Hay una estrella en el cielo que se llama la estrella de los deseos. Ya os podéis imaginar el tamaño que tiene. Es una estrella que nadie ve, pero que todo el mundo percibe. A ella van a parar todos esos deseos que los hombres echamos al aire el día que soplamos las velas de cumpleaños, los que escribimos en un papel que luego quemamos, los deseos del amor correspondido, los deseos de pasar un exámen, llegar a una meta, cumplir un sueño o curar una enfermedad. Éstos entre otros muchos.
Tengo un amigo astronauta, amigo de la familia, que le toca hacer guardia en esta estrella unas cuantas veces por semana, y gracias a él puedo dar testimonio de ello.
A ella le contamos nuestros secretos más profundos. Mi amigo me cuenta que todos los deseos están almacenados en ella por orden alfabético y que él puede leer sólo aquellos que ya se han cumplido. Una vez cumplidos él se encarga de cogerlos y quemarlos, y lanzar sus cenizas al universo. Últimamente, parece ser que está la estrella hasta arriba.

Toda mi curiosidad era saber qué ocurría con aquellos deseos no cumplidos. Porque, aunque sea triste, hay muchas veces que nuestros deseos no se hacen realidad...quizá por que no ponemos el empeño suficiente o por que nos olvidamos de ellos al cabo de un tiempo, quizá solo los deseamos de boquilla creyendo que en realidad son imposibles...o lo que es peor, por miedo a que se cumplan. Es entonces cuando pierden fuerza y van a parar al final de la cola de los miles y miles de deseos almacenados; y, desafortunadamente, muchos están aun en espera.
Mi amigo que es un soñador, me cuenta que él infringe las reglas. Dejando un poquito más tiempo aquellos deseos antiguos a la espera de cumplirse. Ya que detrás de cada deseo hay un sueño, y detrás de un sueño, una persona que vive.

La estrella tiene una energía especial los viernes por la noche, y un aire melancólico los domingos. Aun no se puede visitar, pero me han prometido que si su jefe se vuelve un poco más blandito, a la primera persona que va a llevar es a mi. Pues llevo deseándolo mucho tiempo.